#DatoINDECENTE

¿Sabía que Colombia ocupa el puesto 26 en la lista de países consumidores de pornografía en Pornhub? Ese, el sitio de pornografía más grande del mundo, dice que el 33% de estos compatriotas son mujeres y cada visitante pasa un promedio de 9 minutos y 27 segundos buscando placer en los recovecos de la página en 2018. Ahora bien: ¿Cuál es la palabra más buscada? “Colombiana”, le sigue “hentai”. Las búsquedas de “público” aumentaron en más del 300% en el último año, y “lesbianas” en un 281%. La estrella porno más buscada en Colombia es Esperanza Gómez y la categoría más vista es “Lesbiana”, por cuarto año.
Los dueños de Pornhub describen el 2018 como un año “impresionante”, y cómo no, si tuvieron 33,5 billones de visitas, es decir, un promedio de 92 millones de visitas diarias; pero estas cifras no suenan tan positivas para Andrés Mauricio Cano Rodas y Carlos Santiago Cano Rodas, conferencistas y terapeutas familiares. Ellos, que aseguran que la pornografía es “la droga del milenio”, dicen que esta búsqueda constante del placer sexual a través de videos, fotos y más no es para nada sana. Nos responden algunas preguntas sobre la pornografía y su incidencia en nuestro bienestar físico, espiritual y en nuestras relaciones interpersonales.
¿Cuándo comienza la pornografía a ser un problema?
-Eso depende de cada persona, sin embargo, el solo hecho de consumir pornografía ya genera efectos como cosificar a las demás personas, con la consecuente violencia sexual y de pareja. Que se vuelva una adicción es diferente, y depende de la necesidad que sienta la persona de consumir pornografía, si lo hace en cualquier momento y lugar.
¿Cuándo un hombre o mujer tiene la madurez necesaria para ver pornografía?
-En ningún momento se considera que la persona tenga la suficiente madurez para utilizar a otra persona. La pornografía genera, por ejemplo, un aumento del 300% en la infidelidad matrimonial, debido a que se va convirtiendo a la otra persona en un objeto de placer y a la sexualidad en pareja se le va identificando con el único fin del placer.
¿La pornografía podría “usarse bien”? ¿podría tener beneficios para la vida adulta en pareja?
-Podría generar beneficios en cuanto al placer sexual, pero con el riesgo siempre de utilización y cosificación de la pareja. El acto sexual se centraría en obtener placer, por lo que si este no se da, se consideraría un fracaso: se espera que la otra persona genere siempre placer sexual. Además, como dice Lipovetsky en su libro ‘La tercera mujer’:“La pornografía estructuralmente se configura en la negación de la diferencia masculino-femenino. Lo que define la especificidad del erotismo femenino, los preludios, la palabra, la espera, la dulzura amorosa, las caricias, todo ello desaparece en el mero beneficio de un goce fálico y objetivista”.
Por lo tanto, la pornografía es perjudicial para vivir una relación de pareja, ya que no permite amar a la otra persona tal como es y sin esperar nada a cambio.
¿Por qué la pornografía se puede convertir en un impedimento para “una relación soñada”?
-Si la relación soñada tiene las características de ser una verdadera relación (estabilidad, tranquilidad, respeto, fidelidad, unión), la pornografía genera la creencia de que las relaciones son utilitarias (momentáneas, placer a toda costa sin importar el medio, irrespeto, infidelidad, egoísmo), por lo tanto, es imposible que una relación perdure cuando se consume pornografía.
¿Cómo influye la pornografía en el cuerpo del consumidor?
– Libera diferentes químicos como la testosterona, la oxitocina, la dopamina, la serotonina, que generan placer y una fijación por las partes del cuerpo de la persona exhibida y no por la persona en su totalidad, como ser integral.
¿Cómo influye la pornografía en el desarrollo de la vida sexual de un adolescente?
-Además de tener efectos como la adicción, genera creencias sobre cómo debe ser la sexualidad propia y de pareja: se cosifica a las demás personas al tratarlas como objetos, con la consecuente violencia sexual y de pareja. Puede generar disfunción eréctil, ansiedad, insatisfacción en las relaciones de pareja e insensibilización frente a comportamientos como la pedofilia.
¿Cómo pueden abordar los padres el tema de la pornografía con sus hijos? ¿Cuál es la forma más recomendable de hablarlo?
-Con ejemplo de amor a sí mismo, a la pareja y a los demás. Las demás personas tienen una dignidad infinita y por lo tanto no las puedo utilizar a mi beneficio, se debe educar a los hijos a que piensen en los demás y en sus necesidades, no solo en las propias. El ejemplo es la mejor manera de educar.
Es necesario hablar sin juicios y con un lenguaje positivo, aceptando a los hijos tal como son. Para esto, hay que conocerlos e identificar sus necesidades.
Educar con carácter, poner límites claros sobre el uso de los dispositivos móviles y de entretenimiento.