Además un estudio en la universidad estatal de New York concluyó que el sexo oral es bueno para la salud.
El estudio se llevó a cabo sobre un grupo de 293 mujeres que expuso, en detalle, las características de su vida sexual. Las conclusiones generales también fueron contundentes: aquellas que tienen relaciones sexuales regulares y frecuentes, y tienen contacto directo con el fluido seminal, son menos depresivas, más saludables, más felices y tienen mejores resultados en evaluaciones del nivel de desarrollo intelectual.
Al parecer, esta propiedad curativa del producto de la eyaculación masculina está relacionado directamente con su composición, que entre otras cosas contiene vitamina C, que es un potente antioxidante; B 12, que regula el sistema nervioso central y el metabolismo; magnesio, que modula las neuronas; fósforo, que contribuye al balance hormonal; potasio, también antioxidante y regulador del ritmo cardiaco; además de zinc que, como se sabe, fortalece las defensas.
Por si fuera poco, este fluido natural también contiene gran cantidad de proteínas, sodio, colesterol y azúcares que en conjunto, al tenor del estudio, pueden sumar un sinérgico conjunto terapéutico con efectos positivos con solo tres dosis a la semana.